Todo lo que deberías saber sobre la importancia de ser agradecido

“Todo lo que deberías saber sobre la importancia de ser agradecido”.

Cuando hablamos de ser agradecido hablamos inevitablemente de practicar la gratitud. La definimos como un sentimiento, una emoción o una actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o se recibirá.

Practicar la gratitud significa apreciar y vivir en el presente. Sabiendo que es una actitud, se puede aprender a ser agradecido reconociendo y dándonos cuenta de todo lo que tenemos y obtenemos y no tanto de lo que nos falta.

Me gustaría plantearte la siguiente cuestión: ¿eres de los que practicas la gratitud  diariamente, o eres de los que generalmente te quejas, estás continuamente en la senda del mal humor, la negatividad y el descontento?. Te dejo reflexionar…

Todos en algún momento de la vida hemos sido agradecidos, le hemos dicho a alguien algo que le agradecías, ¿y como te ha hecho sentir eso a ti? ¿y a la persona que se lo has agradecido?. La respuesta está clara… ¡agradecido/a!

Pero ahora plantéate lo siguiente:

¿Agradecemos sólo cuando observamos una desgracia ajena y valoramos que no nos ha tocado a nosotros?. ¿Agradecemos lo que tenemos cuando se lo vemos perder a alguien por ejemplo?. ¿Es curioso no?. ¿Tenemos que vernos en lo peor o compararnos con ello para valorar las cosas?. Esta también sería una buena reflexión….

Pero y entonces ¿qué beneficios me reportaría el ser agradecido y practicar la gratitud?

El primero sería sentirte mejor contigo mismo/a, serás más feliz dirigiendo tu mente hacia todo lo que tienes y no hacia lo que te falta.

Beneficia al que lo recibe, le hace sentirse bien consigo mismo/a. A esa persona a la que le agradeces le aportas bienestar, le ayudas a sentirse mejor, al igual que te ha pasado a ti cuando alguien te agradece algo.

Fortalece las relaciones interpersonales. Indudablemente mejora las relaciones haciendo que estas se fortalezcan y sean más satisfactorias, porque nos apetece estar con personas agradecidas, optimistas, positivas y no todo lo contrario.

Cuando se desarrolla una actitud positiva ante lo que te acontece te hace valorar lo positivo de las cosas, ser más optimistas, ver las oportunidades, aprender de los errores, ver los vasos medios llenos y apreciar los grises.

Te hace “VER” en mayúsculas, te hace ser consciente de tu mundo alrededor ayudándote a divisar lo que otros no son capaces de ver.

Piénsalo, siempre tendrás a alguien o a algo al que estar agradecido, vamos entonces a empezar a practicarlo y a convertirlo en un hábito empezando como en todo, por unos pequeños pasos:

Da las gracias. Tan sencillo como eso, da las gracias por el sol de la mañana, por esa llamada inesperada, por tener un trabajo, por tener salud, agradece cuando te cedan el paso, piensa en esa persona a la que deseas agradecerle algo, llámala, escríbele, hazlo. Da las gracias por todo lo que se te ocurra y creas que vale la pena. Pero agradece lo bueno y lo malo, porque te hará aprender, porque te cambió, ayudó a superarte, etc.. No con ello quiero decir que haya que conformarse, ni dejar de crecer, evolucionar y mejorar.

Ya que es fuente de bienestar vamos a disfrutarlo y a practicarlo.

Sonríe sinceramente y da las gracias, porque está comprobado que genera más agradecimiento. Cuando te den las gracias contesta: “gracias a ti”.

Agradece y valórate a ti mismo/a, y con ello mejorarás tu autoestima y la seguridad en ti mismo/a.

Agradece a los demás haciendo que tus relaciones y tu comunicación con ellos mejore, has que valoren estar a tu lado y compartir momentos contigo.

Y por último recuerda que practicar la gratitud mejorará tu propio estado de ánimo y tu bienestar, siempre y cuando lo realices regularmente, de forma consciente y con sentimiento.

Para terminar sólo me queda darte “las gracias” por leer estas líneas. Te invito a compartir y comentar lo que desees o incluso agradecer aquí lo que te apetezca.

Un saludo y hasta pronto!

Alicia Camacho.

Santa Cruz de Tenerife.

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