Las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas de forma natural (por tanto se pueden enseñar, aprender y mejorar) que se utilizan en las relaciones interpersonales y que nos permiten relacionarnos y comunicarnos con los demás.
Hablar de habilidades sociales es hablar de competencia social.
Poseer un repertorio amplio de habilidades sociales posibilita vivir de forma plena y equilibrada, mantener relaciones interpersonales de forma efectiva y satisfactoria, además de facilitar la comunicación emocional, nos ayuda a conseguir nuestros propósitos y metas y nos permite solucionar y ayudar en la resolución de nuestros problemas.
Ya que las relaciones interpersonales forman parte de nuestra vida y son importantes para nuestro bienestar y nuestro equilibrio, debemos de trabajar en la mejora de las habilidades sociales para evitar el conflicto y el estrés que se pueden producir en dichas interacciones.
Las personas que presentan déficit en sus habilidades sociales pueden presentar baja autoestima, rechazo social, aislamiento, se perciben como incompetentes e ineficaces, no obtienen refuerzos sociales adecuados, sienten multitud de emociones negativas y son más vulnerables a presentar problemas emocionales de ansiedad y depresión.