Lo primero que se ha de trabajar el dependiente emocional, siendo lo más importante y urgente es la Autoestima. Aprende y trabajar para quererse tal y como eres, valorándote, respetarte, etc… Trabajar la necesidad de sentirse queridos y no sólo a nivel de pareja.
Trabajar su asertividad y habilidades sociales. Este trabajo siempre va a ir aparejado y de la mano con el de mejora de la autoestima. Respetar tus derechos asertivos, aprender a comunicarte de forma eficaz, adquirir habilidades y herramientas que te permitan mejorar las relaciones con tus iguales y contigo mismo/a.
Aprender a superar “el síndrome de abstinencia” que se produce tras la ruptura de pareja, autoprohibición de comunicación, etc… como trabajamos en otras adicciones, desintoxicación en este caso “de tu pareja” “sin consumo de ella”, aguantar “el no buscar” “el no saber”, etc…
Aprender a superar el miedo a estar solos y a la ruptura, planteándonos, trabajando y potenciando momentos donde estemos a solas con nosotros mismos, en nuestra mejor compañía, disfrutar de ti mismo/a, crecer personalmente, cultivar y cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, pensar e ir en búsqueda de lo que te ilusiona, tener metas, proyectos y aficiones propias.
Tomar conciencia, identificar y modificar los pensamientos y creencias distorsionadas y disfuncionales sobre el amor, las relaciones afectivas, la pareja, etc… y convertirlos en pensamientos más racionales y objetivos que ayuden y aporten a tu bienestar. (Trabajo cognitivo).
Intervención para lograr cambios a nivel conductual en la manera de relacionarte con los demás.
Tomar tus propias decisiones, atreverte a salir de tu espacio y zona conocida, no actuar con miedo a equivocarte sino con decisión.
No perder tu propia identidad, ser fiel a ti mismo/a, auténtico y único porque lo eres, piensa que cada persona tienes sus propios gustos, aficiones y metas. Trabaja por descubrirlas y reencontrarte con ellas.
Aprender a analizar y estudiar las relaciones de pareja sanas. Estudiar qué tipo de relaciones has tenido, cuáles son sus características, que es lo que quieres y que es lo que no estás dispuesto a permitir en tus futuras relaciones.
Contesta y trabaja sobre ¿qué es el equilibrio en la pareja y cómo es una relación equilibrada? ¿tu relación ha sido o es recíproca e igualitaria? ¿hay respeto, comunicación adecuada, gratificaciones, afecto, pasión y aceptación mutua? ¿compartís valores vitales, tiempo de calidad, apoyo y ayuda para el crecimiento personal y de la pareja? ¿escuchas y te escuchan, te expresas con libertad, te diviertes y negocias con tu pareja de forma adecuada? ¿se tienen en cuenta tus necesidades propias y las de la pareja dentro de la relación?
Estas serían sólo algunas de las preguntas y de las cuestiones que has de analizar, trabajar y tener en cuenta siempre, para que junto con tu trabajo personal de mejora y crecimiento te ayuden a poder vivenciar relaciones más sanas en el futuro.