La Dependencia Emocional, ¿sufres adicción al amor?

La dependencia emocional es una problemática que se manifiesta principalmente en las relaciones de pareja, donde existe una “necesidad extrema” de carácter “afectivo” (necesidad de afecto y de ser queridos) que una persona siente hacia su pareja en una determinada relación o a lo largo de sus diferentes relaciones afectivas.

Como en todas las problemáticas emocionales existen diferencias de grados en cuanto a su severidad, siendo el caso que voy a exponer el característico de una dependencia emocional más extrema.

Las relaciones con dependencia emocional se caracterizan por un marcado desequilibrio, ser inestables y destructivas, donde el dependiente se somete, idealiza, magnifica a su pareja, se siente incapaz de dejar la relación, presenta un miedo a la soledad muy intenso y pánico a la ruptura.

¿Cuáles serían las características clínicas y principales de los dependientes emocionales?

El dependiente emocional vive su relación en exclusividad, presentando sólo necesidad del otro, viviendo por y para él.

Su pareja es su prioridad incluso muchas veces por encima de su familia, amigos, hijos, etc…

Presenta una necesidad continua de estar en contacto con su pareja, sms, llamadas, contacto, etc…

Al principio de todas sus relaciones se produce la “ilusión constante” donde solo se valora lo positivo, no hay presencia de defecto alguno en el otro, estas posibles parejas se ven como interesantes adornadas de una euforia desmedida y de un profundo autoengaño.

Se produce la idealización del compañero, es magnífico, especial, único, grandioso, se admira sin objetividad.

En el transcurso de la relación se produce en el dependiente la anulación y subordinación, siendo esto un medio para preservar la relación a toda costa, produciéndose una relación asimétrica y desequilibrada.

Relación donde no se es feliz y no hay bienestar, ya que lo que principalmente falla en el dependiente es el quererse a sí mismo/a.

Se producen continuos intentos de reanudar la relación por el pánico a la ruptura.

Presencia de una sucesión ininterrumpida de parejas, una tras otra, presentando solo entre estas, relaciones de transición sin importancia para el dependiente.

Miedo terrible a la soledad“lo que más temo es estar y quedarme solo/a”.

Necesidad de aprobación de los demás.

Presencia de cierto déficit de asertividad y habilidades sociales.

A nivel personal el dependiente emocional sufre y acusa una autoestima muy deteriorada, donde paradójicamente no se echa en falta el cariño y el afecto de la pareja porque tampoco se siente por uno mismo/a.

Los dependientes emocionales puedes llegar a presentar de forma paralela diferentes problemas emocionales como pueden ser tristeza profunda, preocupaciones, problemas de ansiedad, pensamientos recurrentes sobre futuros abandonos, miedo a la soledad, en definitiva, problemas del estado de ánimo, trastornos de ansiedad y en algunos casos problemas de consumo de sustancias.

Detrás del “te quiero” del dependiente emocional está el “te necesito”  

Pautas para superar la dependencia emocional.

Lo primero que se ha de trabajar el dependiente emocional, siendo lo más importante y urgente es la Autoestima. Aprende y trabajar para quererse tal y como eres, valorándote, respetarte, etc… Trabajar la necesidad de sentirse queridos y no sólo a nivel de pareja.

Trabajar su asertividad y habilidades sociales. Este trabajo siempre va a ir aparejado y de la mano con el de mejora de la autoestima. Respetar tus derechos asertivos, aprender a comunicarte de forma eficaz, adquirir habilidades y herramientas que te permitan mejorar las relaciones con tus iguales y contigo mismo/a.

Aprender a superar “el síndrome de abstinencia” que se produce tras la ruptura de pareja, autoprohibición de comunicación, etc… como trabajamos en otras adicciones, desintoxicación en este caso “de tu pareja” “sin consumo de ella”, aguantar “el no buscar” “el no saber”, etc…

Aprender a superar el miedo a estar solos y a la ruptura, planteándonos, trabajando y potenciando momentos donde estemos a solas con nosotros mismos, en nuestra mejor compañía, disfrutar de ti mismo/a, crecer personalmente, cultivar y cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente, pensar e ir en búsqueda de lo que te ilusiona, tener metas, proyectos y aficiones propias.

Tomar conciencia, identificar y modificar los pensamientos y creencias distorsionadas y disfuncionales sobre el amor, las relaciones afectivas, la pareja, etc… y convertirlos en pensamientos más racionales y objetivos que ayuden y aporten a tu bienestar. (Trabajo cognitivo).

Intervención para lograr cambios a nivel conductual en la manera de relacionarte con los demás.

Tomar tus propias decisiones, atreverte a salir de tu espacio y zona conocida, no actuar con miedo a equivocarte sino con decisión.

No perder tu propia identidad, ser fiel a ti mismo/a, auténtico y único porque lo eres, piensa que cada persona tienes sus propios gustos, aficiones y metas. Trabaja por descubrirlas y reencontrarte con ellas.

Aprender a analizar y estudiar las relaciones de pareja sanas. Estudiar qué tipo de relaciones has tenido, cuáles son sus características, que es lo que quieres y que es lo que no estás dispuesto a permitir en tus futuras relaciones.

Contesta y trabaja sobre ¿qué es el equilibrio en la pareja y cómo es una relación equilibrada? ¿tu relación ha sido o es recíproca e igualitaria? ¿hay respeto, comunicación adecuada, gratificaciones, afecto, pasión y aceptación mutua? ¿compartís valores vitales, tiempo de calidad, apoyo y ayuda para el crecimiento personal y de la pareja? ¿escuchas y te escuchan, te expresas con libertad, te diviertes y negocias con tu pareja de forma adecuada? ¿se tienen en cuenta tus necesidades propias y las de la pareja dentro de la relación?

Estas serían sólo algunas de las preguntas y de las cuestiones que has de analizar, trabajar y tener en cuenta siempre, para que junto con tu trabajo personal de mejora y crecimiento te ayuden a poder vivenciar relaciones más sanas en el futuro.

“Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde al amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente”

Walter Riso

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