¡Deja de compararte! Tip para mejorar tu autoestima

¡Deja de compararte! Tip para mejorar tu autoestima

La comparación con los demás es una conducta habitual llevada a cabo por muchos/as. Las personas que están constantemente comparándose con los demás lo hacen a través de una posición de inferioridad y esto les afecta disminuyendo su autoestima, generando sufrimiento y malestar.

Generalmente cuando llevamos a cabo la comparación con los otros, no lo realizamos con toda nuestra totalidad, sino que lo hacemos eligiendo y muchas veces distorsionando cuestiones, rasgos, etc… que no nos gustan de nosotros mismos.

El acto de compararte continuamente puede llevarte al perfeccionismo extremo, a la insatisfacción constante, frustración, etc.. porque siempre habrá alguien mejor, con un trabajo mejor, con una imagen deseada por ti etc… Piensa que nadie es perfecto ni debe pretender serlo.

Te pregunto, ¿por qué no realizamos esta comparación con lo positivo de nosotros mismos,  porqué no lo hacemos para salir ganando? La respuesta es que sólo lo hacen de esta forma las personas que necesitan compensar y salir reforzamos de esa comparación, realizándolo habitualmente y escondiendo así un déficit de autoestima que siempre estará en su base.

¿Existen entonces distintos tipos de comparación?

Podríamos decir que existen dos tipos de comparación, una con aspectos positivos que llevan a darnos cuenta que existen otras formas de ser, pensar y actuar siendo beneficioso, sirviéndonos de guía, de modelo a seguir, etc..

Por otra parte tendríamos la comparación con aspecto negativo, en la cual nos devaluamos, salimos perdiendo, criticamos, descalificamos a los demás y a nosotros mismos, buscamos los defectos en todo, no nos deja disfrutar de las relaciones entre iguales, produciéndonos mucho daño y acentuando en nosotros rasgos negativos.

¿Qué puedo hacer entonces?

Literalmente no te compares con los demás si el resultado va a ser quitarte valor o menospreciarte. Si otros lo hacen contigo no le des importancia, piensa que es sólo el criterio y la observación de esa persona en concreto.

Detecta y observa en ti este acto de comparación, cuando lo estés haciendo, hazle preguntas a esos pensamientos críticos y comparativos de la siguiente forma:

  • ¿Por qué me estoy comparando con esa persona?
  • ¿Qué criterio o medida estoy utilizando?
  • ¿Estoy comparando sólo una parte o característica de mi ser?
  • ¿Para que me sirve, a que me lleva y cómo me hace sentir esta comparación?
  • ¿Cómo podría sacar beneficio de esto?

El primer paso es el de tomar conciencia para llegar a cuestionarte y a cambiar este mal hábito que no te ayuda y menoscaba tu autoestima.

Establece tus propios parámetros, medidas. Tu valor propio no depende del resultado que obtienes al compararte con los demás, sino del valor que ya posees. Date ese valor.

Compárate contigo mismo/a es mucho más saludable, compárate con la persona que eras en otros momentos, cuánto has cambiado, que has aprendido, que has mejorado, o que te queda o te gustaría mejorar. Piensa que lo que tú quieres no tiene que ser  lo que quieren, logran o son los demás.

Utiliza la comparación como fuente de motivación, haz de ella una herramienta para mejorar, para que te ayude y no para que te reste. Elije compararte para aumentar esa capacidad de empatía, esa pasión que observas, es constancia, ese optimismo, esa voluntad, ese rasgo, o ¿por qué no? Pregunta como ha llegado a ese éxito, cómo conseguir esto o lo otro… y ponte a ello.

Se más considerado/a contigo mismo/a, cada unos tiene unas cualidades propias, atributos físicos, pensamientos, forma de ser,  circunstancias vitales, y precisamente todas estas cosas son las que te hacen ser diferente. ¡No podemos ser todos iguales y además no tiene ningún sentido! Empieza a aceptarte, a valorar lo que tienes, lo que eres, admírate y trabaja por cambiar lo que se pueda, lo que no te guste y desees mejorar.

Piensa que tu no eres sólo un atributo físico (caderas, músculos, bienes materiales, logros profesionales o académicos, posesiones, etc…) eres un todo, ¡eres muchas más cosas!

Valora lo propio y lo de los demás pero a partes iguales y en su justa medida. El compararte con los demás no valorando y dando una estimación justa y correcta, puede llegar a generar sentimientos negativos hacia los demás como resentimiento, envidia, rabia y sentimientos negativos hacia ti mismo, como frustración, tristeza etc.. Ten en cuenta que ninguna de estas emociones te ayuda sino todo lo contrario.

Eres un ser único e irrepetible, no eres ni mejor ni peor que los otros, simplemente eres tú mismo/a con tus cualidades y con tus defectos.

Valóralo y tenlo en cuenta de hoy en adelante.

¿Te interesarían nuevos post sobre esta temática con tips, claves, etc.. que ayuden a mejorar tu autoestima?

Te invito a dejar un comentario y a compartir lo que desees. Hasta pronto!

Alicia Camacho. Psicóloga.

Santa Cruz de Tenerife.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Necesita estar de acuerdo con los términos para continuar

Menú