Cómo eliminar el pensamiento negativo: “la vida no es justa”.
Si escogiéramos a un grupo de cinco personas al azar, las pusiéramos a analizar una situación concreta y luego les preguntáramos que han visto, ¿qué conclusiones crees que sacarían cada uno de ellos? ¿tendrían distintas versiones de lo sucedido verdad? y ¿por qué?
Es así porque somos personas distintas, con vidas, personalidades, experiencias y formas de pensar distintas.
A través de nuestra experiencia, educación, etc… hemos ido adquiriendo una serie de ideas, creencias o esquemas de cómo son la cosas y con ellos analizamos e interpretamos la realidad.
Muchas veces al interpretar esta realidad se producen lo que llamamos sesgos o distorsiones que serían malas interpretaciones de los que nos acontece y nos rodea, presentando con ello pensamientos negativos que nos perturban y sabotean.
Algunas de las distorsiones cognitivas serían: generalización, lectura de la mente de los demás, pensamiento polarizado, deberías, visión catastrófica, etc… Hoy vamos a trabajar y a discutir la distorsión de “falacia de justicia” donde se presentarían pensamientos negativos del tipo:
“Es injusto que…”, “no hay derecho que me pase o le pase esto a…” “no es justo que el/ella haga esto o tenga esto” “yo me lo merezco más” “yo/ el no se merece, merecía esto” “si la verdad tal, entonces…cual” serían algunos ejemplos.
La vida no es justa y hemos de vivir con ello. Así de crudo, pero real. Cada unos de nosotros viviremos a lo largo de nuestra vida situaciones dolorosas, momentos malos, pérdidas, dificultades y problemas a los cuales tendremos que buscar solución o aprender a sobrellevarlos nos guste o no.
No somos conscientes del daño que nos produce pensar de esta forma y nos lo creemos, porque estos pensamientos son automáticos, los asimilamos como válidos sin cuestionarlos y son precisamente estos pensamientos los que nos hacen sentir emociones negativas que no nos ayudan.
Ahora te cuestiono lo siguiente: ¿crees entonces que para que la vida sea justa a las personas buenas, bondadosas, sacrificadas siempre le tendrán que pasar cosas buenas y merecen una felicidad absoluta? ¿y crees o consideras que a los malos, despiadados etc… la vida le tiene que pagar con esa misma moneda, siendo castigados incluso por uno mismo?
¿Sería esto justo, crees que el mundo tiene que funcionar así, consideras que hay justicia en esto? La realidad y la respuesta sabemos que es bien distinta.
¿Y como te hace sentir pensar que la vida no es justa por eso o por lo otro? Pues probablemente te haga sentir mal, derrotado/a, con una enorme frustración, y a la vez te lleva a quedarte inmovilizado/a, a conformarte. Y una última pregunta, ¿por qué?
Porque si pensamos que todo depende de las circunstancia de afuera, del exterior, es ahí donde ponemos el foco y nuestra atención y asumimos que no podemos hacer nada para cambiar ese mundo injusto, no habrá cambio posible.
Y entonces ¿cómo puedo librarme de esta manera de pensar tan negativa que no me ayuda y me genera malestar?
Tendremos que dejar de confundir lo que se desea con lo justo.
Escucha los deseos de los demás y no sólo los propios.
Valorar que si las cosas no salen como yo quiero, no es que sea injusto, sino que no son como me gustaría que fuese.
Pregúntate: ¿Tiene esa persona derecho a una opinión distinta a la mía?
En el momento que detectes que tienes este tipo de pensamiento, párate a cuestionarlo, razónalo, pero hazlo en frío y desde otro punto de vista. El primer paso es tomar conciencia de estos pensamientos.
Pregúntate porqué piensas eso, que hay de especial en ti que te tenga que salvar de las injusticias, cambia el ¿por qué yo? ¿por qué a mí? por el ¿y porqué no? Esa es la realidad.
El mundo no debe funcionar en base a mis normas y criterios determinados.
Trabaja, esfuérzate en cambiar esas circunstancias que no te gustan, pero acepta que hay otras que no podrás modificar y que solo podrás asumirlas, vivirlas y superarlas.
“Si cambias tu manera de pensar, cambias tu vida”
Alicia Camacho. Psicóloga.
Santa Cruz de Tenerife.